Estamos siendo partícipes de un cambio radical en nuestra forma de vida cotidiana debido a la pandemia mundial . Ésta se presenta como un reto para todos nosotros y está obligando a los gobiernos de muchos países a trabajar de forma conjunta, porque el virus no sabe de fronteras.

Aunque el impacto de esta pandemia no es igual para todos nosotros, ya que unos países cuentan con más recursos que otros para afrontarla y dentro de un mismo país las personas más afectadas son aquellas más vulnerables tanto en el ámbito de la salud como en la posición socioeconómica, no cabe duda que a todos nos ha cambiado la forma de vida.

Uno de los cambios más radicales, y donde las restricciones son más duras a nivel mundial, se da en la libertad de movimiento. Viajar, hasta para salir del propio municipio, se ha convertido en algunos momentos en algo fuera de nuestro alcance.

Y sin embargo, ahora que vemos que las vacunas están teniendo un efecto positivo, que durante un año nos hemos visto obligados a convivir con este virus y que hay una perspectiva de mejora, deberíamos plantearnos, de forma responsable, volver a retomar algunas libertades del pasado.

Viajar, como intercambio lingüístico y cultural, a otro país es una forma de ayudar al entendimiento entre naciones  y favorece la formación de jóvenes más tolerantes y con mentalidad más abierta. De esta forma estarán mejor preparados  para enfrentarse y responder de forma eficiente a problemas globales en el futuro.

Por este motivo, precisamente a partir de ahora, queremos animar las iniciativas de alumnos y padres a participar de forma responsable en intercambios con Alemania.